 Breve introducción Me llamo Ester. Tengo 50 años y soy madrileña de nacimiento pero berciana de corazón. Parte de mi infancia la pasé con mi abuela en un pueblo de la Sierra madrileña. Cuando tenía ocho años, mis padres y hermanos se mudaron a El Bierzo donde poco después me reuní con ellos. Aquí crecí, estudié, me formé como persona y también formé mi propia familia.  El Bierzo (España) Breve presentación sobre Teamworkz En Teamworkz, me encargo de todas las áreas del proyecto, desde la gestión hasta la comunicación y el marketing. Por ahora, todo el peso del proyecto recae en mí, pero cuento con el apoyo incondicional de mi hijo, que también es cofundador. Los comienzos nunca han sido fáciles, y esta no es una excepción, pero estamos muy ilusionados con el potencial de Teamworkz.  ¿Cuándo y cómo surgió este proyecto? El proyecto de Teamworkz surgió a raíz de recibir mi diagnóstico de autismo. Este diagnóstico marcó un punto de inflexión en mi vida, porque me permitió entender muchos aspectos de mi personalidad y mi comportamiento, pero también hizo que me surgieran muchas dudas que necesitaba resolver. Entonces, empecé a investigar sobre el autismo leyendo libros y buscando información en internet y en redes sociales. A base de investigar y de hablar con otros autistas, empecé a ser consciente de que la tasa de desempleo en la comunidad autista es muy alta. Casi el 90% de las personas autistas están desempleadas o tienen trabajos precarios. Esto me impactó mucho, pero también me preocupó el hecho de saber que muchos de los que sí trabajan ocultan su diagnóstico en su empresa por miedo a las consecuencias. Comencé a hablar de estas preocupaciones con mi familia y mis amigos. Entonces, mi hijo mayor me sugirió que creáramos un proyecto para ayudar a las personas autistas a encontrar empleo. Y así nació Teamworkz. Es un proyecto con alma que nace del corazón y de la necesidad de ayudar a mejorar la empleabilidad de las personas autistas. ¿Cuál es el objetivo de Teamworkz? El objetivo de Teamworkz es que las personas autistas podamos tener las mismas oportunidades que cualquier otra persona, y esto incluye el empleo. Nosotros tenemos mucho que ofrecer a la sociedad, y queremos que la gente lo sepa. Queremos que entiendan que somos capaces de trabajar, de aportar nuestro granito de arena, y de ser miembros productivos de la sociedad. Por eso, en Teamworkz nos centramos en tres cosas: en fomentar la contratación de personas autistas por parte de las empresas, en ofrecer formación y apoyo para la integración y en llevar a cabo campañas de sensibilización sobre el autismo. Estoy convencida de que trabajando todos juntos, podemos lograr que las personas autistas tengamos las mismas oportunidades que cualquier otra persona. Si tuvieras que dar un consejo a otros profesionales que trabajan directa o indirectamente con personas autistas, les diría... Les diría que, ante todo, nos escuchen. Si nos escuchan con atención, verán que no somos tan diferentes de ellos. Verán que tenemos nuestras propias ideas, nuestros propios intereses y nuestros propios sueños. También es importante que se informen sobre el autismo. La mejor manera de entendernos es conociendo qué es el autismo. Y les diría que, si trabajan con una persona autista, no se queden en la superficie de lo que ven. Que miren más allá de las dificultades o limitaciones, y verán el gran potencial de esa persona. Verán a una persona con un mundo interior rico y complejo, una persona con unas ganas enormes de trabajar, de ser aceptada, de compartir, de aprender, de crecer. Por eso es tan importante que se tomen un tiempo para conocernos. En mi caso, ¿Cómo y cuándo recibí el diagnóstico de autismo? Siempre me he sentido diferente a los demás. Me costaba mucho comportarme o hacer las mismas cosas que ellos. Era como estar remando continuamente a contracorriente. Hace casi tres años, sufrí un ataque de ansiedad que me llevó a salud mental donde tuve la suerte de acabar en la consulta de la que, a día de hoy, sigue siendo mi psicóloga, la cual, a pesar de no tener experiencia diagnosticando a personas autistas adultas, pudo llegar a la conclusión de que yo era autista. Para mí el diagnóstico fue un alivio y una liberación, fue como quitarme una losa enorme de encima porque con él mi vida cobró sentido. Sin embargo, el diagnóstico también vino acompañado del síndrome de la impostora. ¿Era realmente autista? ¿O simplemente estaba exagerando? Así que decidí acudir a una asociación para realizar otro diagnóstico con más pruebas y este segundo diagnóstico confirmó lo que mi psicóloga había dicho. Por lo que, no, no tuve ninguna dificultad para conseguirlo. Pero sé que no todos tienen tanta suerte. Hay muchas personas que tardan años en obtener un diagnóstico, porque hay profesionales que no les toman en serio, invalidan sus experiencias y directamente no les ofrecen la posibilidad de realizar un estudio diferencial para comprobar si, finalmente, son o no autistas. Por eso, quiero aprovechar esta oportunidad para animar a todas las personas que se encuentran en búsqueda de un diagnóstico a que no se rindan. Si creen que pueden ser autistas, deben seguir buscando un profesional que los entienda y los tome en serio. El diagnóstico no es ponernos una etiqueta, como piensan algunas personas. Es mucho más que eso. El diagnóstico nos da una segunda vida, nos da la oportunidad para vivir la vida que merecemos vivir. Me gustaría que mi testimonio sirviera..., en primer lugar, para desmitificar el autismo. Las personas autistas no somos bichos raros ni vivimos inmersos en nuestro propio mundo. Somos personas normales. En segundo lugar, me gustaría que sirviera para tranquilizar a las personas que acaban de ser diagnosticadas o a aquellos que tienen a un familiar o conocido al que le acaban de diagnosticar. Que sepan que el autismo no es nada malo, no es una enfermedad, simplemente es una forma diferente de ser y de ver el mundo. Y, por último, me gustaría que sirviera para promover la inclusión social de las personas autistas. Nuestras dificultades no parten de nosotros, sino de una sociedad que está hecha por y para neurotípicos. Si la sociedad fuera más inclusiva, todas las personas neurodivergentes tendríamos muchas más oportunidades de éxito. Creo que la difusión de contenido y desarrollo de este tipo de proyectos es importante para la promoción del bienestar socioemocional de personas con autismo porque... La difusión de contenido sobre el autismo ayuda a la sociedad a entender y aceptar las diferencias de las personas autistas. Cuando una sociedad está informada, es más probable que sea empática e inclusiva. Inevitablemente esto va a conducir a una mejora en el bienestar socioemocional de los autistas. ¿Por qué? Porque se van a sentir más aceptadas y comprendidas por su entorno. Además, la difusión de contenidos también ayuda a las personas autistas a comprender mejor su condición y a conocerse mejor a ellos mismos, con lo que van a desarrollar una mayor autoestima y se va a sentir más seguras. Y los proyectos que promueven la inclusión laboral de personas autistas son especialmente importantes para conseguir ese bienestar. No olvidemos que el trabajo es una parte fundamental de la vida adulta, que proporciona a las personas una sensación de propósito y realización. Cuando una persona autista tiene la oportunidad de trabajar, se siente más integrada en la sociedad y tiene una mayor sensación de bienestar. ¿Alguna otra información relacionada con la neurodivergencia que te gustaría incluir en esta entrevista? Sí, me gustaría añadir que la neurodivergencia es una forma natural de diversidad humana, no una enfermedad. Las personas neurodivergentes tenemos un cerebro que funciona de manera diferente, pero eso no es algo negativo. De hecho, creo que puede ser una ventaja competitiva, ya que nos aporta habilidades y capacidades que pueden ser muy valiosas. Por ejemplo, en el caso de los autistas, solemos tener una gran capacidad creativa, de concentración, de resolución de problemas, somos muy observadores y tenemos un gran sentido del detalle. Creo que es importante que la neurodivergencia sea entendida y aceptada como una forma normal de ser humano. Todos somos diferentes, y eso es lo que nos hace especiales.
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AutoraRocío Manzanera Archivos
Mayo 2024
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